En una casa unifamiliar que construimos hace 9 años, existía un muro antiguo de linde con el vecino el cual, después de un período intenso de lluvias se derrumbó parcialmente.
En la inspección pudimos comprobar que el muro preexistente de bloque de hormigón tenía un armado deficiente (observad en las fotos que únicamente se aprecia claramente el armado horizontal y el vertical apenas se aprecia una barra, ¡y además centrada en el muro!) y no estaba ligada la armadura a la cimentación.
El proyecto consistía en reforzar la parte del muro que había quedado en pie sin rehacerlo completamente, ya que esto implicaría un gran movimiento de tierras de la parcela vecina y al cliente no le interesaba. Por tanto, se planteó una solución que pasaba por reforzar el paño del muro de contención con un armado superficial, ligado al muro con conectores, y dos contrafuertes con sus respectivas cimentaciones.
Los contrafuertes compensaron el déficit de armadura vertical y sacaron partido al exceso de armadura horizontal ya que hicieron trabajar estructuralmente los paños entre contrafuertes como una viga.