Finalizamos la obra de reparación de una terraza en un ático. La reforma consiste en repicar el pavimento preexistente y sustituir la lámina impermeable para solucionar los problemas de humedades en el techo de los pisos inferiores.
Una de las claves para realizar bien una impermeabilización de una cubierta plana es el tratamiento de los puntos singulares: perímetros, encuentros con elementos salientes como desagües, chimeneas, etc… Hay que tener en cuenta si se hace una lámina mediante juntas de laminas más pequeñas hay que realizar un buen sellado por parte del aplicador entre láminas (vigilando también de hacer un buen solape, de unos 20 cm por norma general)
Nosostros en este caso hemos escogido una lámina de butilo EPDM firestone 1,1 mm en una manta sin juntas ya que nos permite depender menos de la destreza de la mano de obra. La lámina se coloca sobre un geotextil y debajo de un geotextil, de esta manera se puede dilatar libremente de las capas con las que está en contacto y puede durar muchos años más. De hecho nos dan una garantía de 20 años los instaladores.
En una terraza expuesta al sol son muy importantes las juntas de dilatación perimetrales (y si tenemos paños muy grandes de cubierta también habrá que hacer juntas interiores) ya que la cubierta tiene que tener margen para dilatar, en caso contrario el pavimento podría fisurarse.
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Otro punto importante a la hora de verificar la buena ejecución de una rehabilitación de una terraza o cubierta plana es la comprovación mediante prueba de estanqueidad del buen funcionamiento de la cubierta. En nuestro caso hemos realizado una prueba de inundación durante 24h. Una cosa muy importante en este caso es que si se tapa el desagüe hay que contar con un rebosadero por si llueve ya que el sobrepeso del agua es de una tonelada por m3 y cualquier estructura podría colapsar por este motivo.